
¡Oh, gloria
inmarcesible!…¡Oh, júbilo inmortal!...
En esta crónica poco
importan los kilómetros de la última etapa o su sitio de salida, o sus embalajes
intermedio y final. Hoy lo único que realmente importa es que después de 36 años
de venir persiguiendo un sueño, por fin lo hemos alcanzado. Hoy por fin, en el
último día del Tour de Francia en sus 116 años de historia, un colombiano sube
al más alto lugar del pódium.
Y cuando escribimos...