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lunes, 3 de julio de 2017

"Soy un colombiano más que llevo el ciclismo en la sangre"




Mi afición por el ciclismo se inició por allá cuando tenía unos 8 años en 1974, y mi vida transcurría sin preocupaciones por los hermosos paisajes campesinos de mi tierra natal, Macaravita, en  Santander; con la llegada a mis manos de un radio transistor Sanyo, de esos de dos perillas y tres pilas "de las grandes",  regalo de mi padre, donde solo alcanzaba a sintonizar una que otra emisora colombiana.

Pero con toda claridad llegaban a mis oídos las hondas hertzianas de Ecos del Torbes, del vecino país de Venezuela,  y de casualidad, se corría por esa época la Vuelta al Táchira en bicicleta, y al escuchar que nombraban ciclistas colombianos, entre ellos, uno que llevaba mi nombre, que a la postre se convirtió en campeón, Alvaro Pachón,   este hecho hizo que empezara a crecer dentro de mí, esa pasión por tan bello deporte.

Tiempo después, con el inicio de mi vida estudiantil en las poblaciones vecinas de Boyacá y Santander, y ante la imposibilidad de tener acceso a una bicicleta, me conformaba teniendo siempre a mi lado, día y noche, ese viejo radio que era mi fiel compañero, a través del cual, me fui enterando que existían carreras en Colombia, tales como La Vuelta y el Clásico RCN, gracias a las maravillosas voces  del Campeón, Carlos Arturo Rueda C, Don Alberto Piedrahita, José Antonio Churio, Rubén Darío Arcila y Alfredo Castro, y comentarios del viejo Julio Arrastia, el profesor Héctor Urrego, Jairo Chaves y Héctor Palau, entre muchos otros.
Y que además existían otros ciclistas colombianos que llevaban en alto los colores de nuestro país. Como lo eran Cochise Rodríguez, de la década del 60 (de quien me hice hincha), y Rafael Antonio Niño con el viejo Patro en los 70s

Mi entrada a estudiar el bachillerato, en El Espino, en Boyacá, coincidió con el ingreso avasallante de nuestros escarabajos en Europa, a principios de los 80s, eran madrugadas ansiosas, esperando escuchar las buenas noticias que nos transmitían desde Europa, las narraciones de las titánicas luchas entre nuestros desconocidos escarabajos, frente a los ciclistas del viejo continente.
Alfonsito Flórez frente al ruso Zuko en el Tour de L'Avenir, que alegrías nos dieron esos valientes colombianos; por fortuna, mi viejo Sanyo ya había sido reemplazado por un radio más pequeño, el cual podía camuflar fácilmente entre mis útiles de estudio y así poder escuchar las etapas en mis horas de clase, en corrillos con mis compañeros quienes se iban contagiando de las alegrías que nos producían nuestros paisanos.

Como por arte de magia, empezaron a brotar de nuestras tierras, esos ciclistas, la mayoría campesinos con piernas de acero, que llegaron a enfrentar sin ningún temor, eso sí, con muchas dificultades las grandes citas del ciclismo mundial, apareció el gran Lucho Herrera, que corredor, acompañado de Fabio Parra, nuevamente del viejo Patro y otro puñado de valientes que con todo el coraje y verraquera que dá nuestra raza, fueron capaces de enfrentar y en ocasiones vencer a ciclistas franceses, italianos y españoles.

Muchas lágrimas de alegría brotaron de mis ojos, hoy sigo emocionándome al recordar esos triunfos, el Alpe d'huez, Morzine, Lagos de Covadonga, El Tourmalet y tantos otros puertos míticos de las cumbres europeas, hasta esos momentos inalcanzables para ningún ciclista latinoamericano.

Fue así como lograron abrir sendero por donde año a año, y carrera tras carrera, con triunfos y  también con derrotas, fueron ingresando las nuevas generaciones que día a día nos han dado esas satisfacciones que solo un deporte tan duro como es el ciclismo nos ha sabido dar



Hoy estoy nuevamente aquí, con el corazón en mis manos, rogando a Dios que uno de nuestros muchachos pueda lograr lo único que le falta a nuestro ciclismo para llegar a la cima total, conseguir ese sueño amarillo, ser por primera vez campeón de la única de las tres grandes que nos falta, el Tour de Francia, toda la energía positiva y la confianza que nuestro gran Nairo Quintana o alguno de los nuestros lo va a conseguir.

Es por eso que digo, soy un colombiano más, de aquellos que llevan el ciclismo en la sangre.


Por Alvaro Martinez

2 comentarios:

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