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martes, 4 de julio de 2017

Pedaleando Recuerdos

CAPITULO II
TOUR 83. PRIMERA SEMANA: EL GRAN SUFRIMIENTO

Un cargamento de ilusiones y de panela aterrizaba en los últimos días de junio en el aeropuerto Charles de Gaulle, en París, La Ciudad Luz. Y entre los pasajeros, diez ciclistas colombianos dispuestos a iniciar “La Conquista de Europa”, como también se le dio a llamar a “La Gran Aventura”

Alfonso Flórez, Patrocinio Jiménez, Edgar Corredor, José Alfonso López, Samuel Cabrera, Abelardo Ríos, Rafael Tolosa, Fabio Alberto Rubiano, Cristóbal Pérez y Fabio Casas conformaban aquel legendario equipo de ciclistas aficionados colombianos, que por primera vez en su vida recorrerían en una sola competencia un total de 3.809 km, divididos en un prólogo y 22 etapas.

Foto tomada de Programa de Señal Colombia: "Y Llegamos a París"

Acompañados por el técnico español y excampeon del Tour del 73, Luis Ocaña y su asesor y excampeón del mundo, el inmenso Martín Emilio “Cochise” Rodríguez, quien apenas ocho años atrás se había convertido en el único colombiano en la historia en haber corrido La Grand Boucle, siendo el principal escudero del italiano Felice Gimondi, en el equipo de la Bianchi Campagnolo.

Por otra parte, el otro gran contingente de “invasores” era el de los relatores y comentaristas. Las dos grandes cadenas: RCN y Caracol, acostumbradas desde hace 32 años a transmitir las emociones a todo el pueblo colombiano desde las escarpas nacionales, ahora se habían desplazado en masa hacía el país galo. Julio Arrastía, José Antonio Churio, Héctor Urrego, Dario Alvarez, Jaime Ortíz y Edgar Perea, entre otros; se encargarían de hacernos madrugar a todos antes que cantara el primer gallo.

No olvidaremos aquel amanecer del viernes 1 de julio de 1983; en que muchos de nosotros, con aquellos cuadernos escolares de hojas grapadas y lápices de colores, empezábamos a escribir, como creíamos que se escribían, aquellos extraños nombres de cíclopes europeos y en frente íbamos poniendo los tiempos que registraban cada uno de ellos en los primeros 5.8 km del prólogo que sirvió para dar el inicio de la prueba. Al final, todos los colombianos con tiempos “nublados”, en espera de las primeras etapas llanas. 

Pero no eran pocos los corredores europeos que manifestaban su desacuerdo con que un puñado de menudos individuos venidos de las Indias Occidentales, varios de ellos con rasgos de aborígenes, estuvieran pensando en salir ganadores en las rutas, que desde siempre, habían sido exclusividad de europeos.

Fue así, como se dedicaron desde las primeras etapas a gritarlos, agarrarlos de la camiseta para que no partieran en las pequeñas colinas de tercera y cuarta categoría, y en algunos momentos, llegar incluso hasta a empujarlos con el propósito de dejarlos tirados en alguna cuneta al borde de la carretera; todo con el propósito de hacerles imposible aquella primera semana y evitar que llegaran al pie de la montaña con la menor desventaja en la clasificación general.

A lo mejor, ni siquiera aquellas artimañas eran necesarias, el sólo hecho de analizar el recorrido de la primera semana le habría bastado a cualquier persona con dos dedos de frente para entender que lo de esos días sería para los nuestros, “El Gran Sufrimiento”.
Segunda etapa: una contrareloj por equipos de 100 km, con bonificaciones válidas para la clasificación general individual, en un ejercicio que no era común para los nuestros. Resultado final, primera posición: Coop Mercier, último lugar: Pilas Varta.

Tercera Etapa: Llegada a Roubaix, con la aparición del temido pavé, o Infierno del Norte; etapa en la que todos los ciclistas del Varta, salvo Patrocinio, Condorito Corredor y Florez, perdieron más de cinco minutos y llegaron con sus manos ampolladas y su rostro lleno de barro a la meta.

Cuarta Etapa: 300 km para ir de Roubaix a Le Havre y así “descansar” de la jornada anterior. Vale anotar que nuestros ciclistas estaban acostumbrados a esta distancia en nuestras carreras, pero en dos días de recorrido, nunca en una sola jornada.

Quinta Etapa: 257 km, para irse acostumbrando y poder llegar a la capital de las carreras de larga duración del automovilismo: Le Mans.

Sexta Etapa: una contrareloj individual de 58 km, con llegada en Nantes. Memorable actuación de Condorito en el puesto 39.
Séptima, octava y novena etapas: sumadas las tres, 645 km en total, con uno que otro viento de costado.

Hasta este momento, nuestros héroes ya habían recorrido algo más que una Vuelta a Colombia en tan sólo una semana! Pero por fin estaban en el pie de la montaña. ¿Les quedaría algo de fuerzas para pensar en lanzar el gran ataque?

Próxima Entrega:
“¡Bienvenida, mi Bienamada montaña!”

Por:
Carlos  “Pichuco”   Lizcano





















Foto 2 tomada del portal de internet www.pulzo.com
Foto 3 tomada del portal de internet www.Especiales.semana.com


5 comentarios:

  1. Carlos que gratos recuerdos y emociones al leer estos parrafos, en esa epoca era un infante que daba mis primeros pasos y años mas tarde entendia las alegrias que nos daban estos escarabajos

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  2. Muy bien...espero el próximo capítulo. Gracias!!!

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Súper esos tiempos!!!
    Y me encantaban las transmisiones de radio

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  5. me dejo en suspenso esperando la proxima entrega

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