Etapa quince del Giro, un
recorrido de 176 kilómetros, con tres premios de montaña de segunda categoría y
uno de tercera; que sin tener grandes distancias y con pocas rampas superiores
a dos dígitos, representan un esfuerzo grande después que los corredores ayer
tuvieron que enfrentarse al infierno del Zoncolan.
La fuga del día se ve
integrada por cinco corredores: Denz (Ag2r), Cherel (Ag2r), Ciccone (Bardiani),
Visconti (Bahrain), Quintana (Movistar); el lote los mantiene muy medidos con
un ritmo parejo, lo que hace suponer que va a ver lucha en los últimos cuarenta
kilómetros de la etapa entre los llamados a luchar por los primeros puestos de
la general.
Paso por el premio de
montaña de segunda categoría en Passo Di Sant´Antonio, en punta sólo persisten
en el intento Ciccone y Denz con una ventaja de apenas 33 segundos sobre el
lote, que con los corredores del Sunwed han logrado una importante selección,
provocando que un ilustre como Fabio Aru se quede y se convierta en presa del
sufrimiento.
En el descenso, Denz se
separa de Ciccone y parte en busca de la etapa; en tanto que Miguel Angel López
atrás en el lote lanza su ataque y empieza el último premio de montaña del día
con una ventaja de unos diez segundos sobre el lote.
Al inicio de la subida,
Froome pierde contacto con el lote, y Yates aprovecha para lanzar el ataque. El
líder rebasa a López y asumen la punta de la etapa, seguido por cinco
corredores: Lopez, Pozzovivo, Dumoulin, Carapaz y Pinot.
Yates corona el premio
de montaña de Costalissoio a 15 kilometros de meta, los cinco persecutores a 19
segundos y el lote de Froome a minuto y cinco segundos.
En el descenso, Pinot
señala el camino del lote persecutor, al paso por la pancarta a diez kilómetros
de meta, la diferencia es de 30 segundos. El camiseta rosa inicia el último ascenso
no categorizado en busca de montar otro minuto de diferencia sobre Dumoulin
para tener un importante colchón en la etapa contra reloj del próximo martes.
En la rampa más dura, el ecuatoriano Carapaz lanza su ataque, del cual el único
perjudicado es Dumoulin que pierde el paso del lote persecutor y tiene que
hacer un esfuerzo supremo para volver sobre el cuarteto persecutor.
Simon Yates demuestra
que es el más fuerte de este Giro y gana su tercera etapa, a 41 segundos entran
en su orden: López, Dumoulin, Pozzovivo, Carapaz y Pinot; después un lote de 11
corredores a minuto veinte segundos encabezado por Geniez y con Bilbao, Konrad,
Bennett y Dennis, entre otros, y luego el ganador de la etapa de ayer Froome a
un minuto y 32 segundos.
A una semana del final,
Simon Yates se va para el lunes de descanso con una importante ventaja de 2’11”
sobre su principal rival, Tom Dumoulin que si bien tiene la etapa CRI del
martes de 34 km para buscar la camiseta Rosa, las cuentas no le dan para ser
campeón en las subsiguientes etapas de montaña.
Dos bonitas luchas paralelas,
una por el tercer cajón del pódium entre Pinot y Pozzovivo y otra por la
camiseta blanca entre López y Carapaz, aunque sin descartar el pódium y por
último, la incertidumbre del papel que jugará Froome, que a casi cinco minutos
del líder parece haber resignado sus opciones. Sin embargo, en la última semana
de una Grande, cuando las fuerzas son pocas, cualquier cosa puede pasar.
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