CAPITULO
II
TOUR
83. PRIMERA SEMANA: EL GRAN SUFRIMIENTO
Un cargamento de ilusiones y
de panela aterrizaba en los últimos días de junio en el aeropuerto Charles de Gaulle,
en París, La Ciudad Luz. Y entre los pasajeros, diez ciclistas colombianos
dispuestos a iniciar “La Conquista de Europa”, como también se le dio a llamar
a “La Gran Aventura”
Alfonso Flórez, Patrocinio
Jiménez, Edgar Corredor, José Alfonso López, Samuel Cabrera, Abelardo Ríos, Rafael
Tolosa, Fabio Alberto Rubiano, Cristóbal Pérez y Fabio Casas conformaban aquel
legendario equipo de ciclistas aficionados colombianos, que por primera vez en
su vida recorrerían en una sola competencia un total de 3.809 km, divididos en
un prólogo y 22 etapas.
Foto tomada de Programa de Señal Colombia: "Y Llegamos a París" |
Acompañados por el técnico
español y excampeon del Tour del 73, Luis Ocaña y su asesor y excampeón del
mundo, el inmenso Martín Emilio “Cochise” Rodríguez, quien apenas ocho años
atrás se había convertido en el único colombiano en la historia en haber
corrido La Grand Boucle, siendo el principal escudero del italiano Felice
Gimondi, en el equipo de la Bianchi Campagnolo.
Por otra parte, el otro gran
contingente de “invasores” era el de los relatores y comentaristas. Las dos
grandes cadenas: RCN y Caracol, acostumbradas desde hace 32 años a transmitir
las emociones a todo el pueblo colombiano desde las escarpas nacionales, ahora
se habían desplazado en masa hacía el país galo. Julio Arrastía, José Antonio
Churio, Héctor Urrego, Dario Alvarez, Jaime Ortíz y Edgar Perea, entre otros;
se encargarían de hacernos madrugar a todos antes que cantara el primer gallo.
No olvidaremos aquel amanecer
del viernes 1 de julio de 1983; en que muchos de nosotros, con aquellos
cuadernos escolares de hojas grapadas y lápices de colores, empezábamos a
escribir, como creíamos que se escribían, aquellos extraños nombres de cíclopes
europeos y en frente íbamos poniendo los tiempos que registraban cada uno de
ellos en los primeros 5.8 km del prólogo que sirvió para dar el inicio de la
prueba. Al final, todos los colombianos con tiempos “nublados”, en espera de
las primeras etapas llanas.
Pero no eran pocos los
corredores europeos que manifestaban su desacuerdo con que un puñado de menudos
individuos venidos de las Indias Occidentales, varios de ellos con rasgos de
aborígenes, estuvieran pensando en salir ganadores en las rutas, que desde
siempre, habían sido exclusividad de europeos.
Fue así, como se dedicaron
desde las primeras etapas a gritarlos, agarrarlos de la camiseta para que no
partieran en las pequeñas colinas de tercera y cuarta categoría, y en algunos
momentos, llegar incluso hasta a empujarlos con el propósito de dejarlos
tirados en alguna cuneta al borde de la carretera; todo con el propósito de
hacerles imposible aquella primera semana y evitar que llegaran al pie de la
montaña con la menor desventaja en la clasificación general.
A lo mejor, ni siquiera
aquellas artimañas eran necesarias, el sólo hecho de analizar el recorrido de
la primera semana le habría bastado a cualquier persona con dos dedos de frente
para entender que lo de esos días sería para los nuestros, “El Gran
Sufrimiento”.
Segunda etapa: una contrareloj
por equipos de 100 km, con bonificaciones válidas para la clasificación general
individual, en un ejercicio que no era común para los nuestros. Resultado
final, primera posición: Coop Mercier, último lugar: Pilas Varta.
Tercera Etapa: Llegada a
Roubaix, con la aparición del temido pavé, o Infierno del Norte; etapa en la
que todos los ciclistas del Varta, salvo Patrocinio, Condorito Corredor y
Florez, perdieron más de cinco minutos y llegaron con sus manos ampolladas y su
rostro lleno de barro a la meta.
Cuarta Etapa: 300 km para ir
de Roubaix a Le Havre y así “descansar” de la jornada anterior. Vale anotar que
nuestros ciclistas estaban acostumbrados a esta distancia en nuestras carreras,
pero en dos días de recorrido, nunca en una sola jornada.
Quinta Etapa: 257 km, para
irse acostumbrando y poder llegar a la capital de las carreras de larga duración
del automovilismo: Le Mans.
Sexta Etapa: una contrareloj
individual de 58 km, con llegada en Nantes. Memorable actuación de Condorito en
el puesto 39.
Séptima, octava y novena
etapas: sumadas las tres, 645 km en total, con uno que otro viento de costado.
Hasta este momento, nuestros
héroes ya habían recorrido algo más que una Vuelta a Colombia en tan sólo una
semana! Pero por fin estaban en el pie de la montaña. ¿Les quedaría algo de
fuerzas para pensar en lanzar el gran ataque?
Próxima Entrega:
“¡Bienvenida, mi Bienamada
montaña!”
Por:
Carlos
“Pichuco” Lizcano
Foto 2 tomada del portal de internet www.pulzo.com
Foto 3 tomada del portal de internet www.Especiales.semana.com
Carlos que gratos recuerdos y emociones al leer estos parrafos, en esa epoca era un infante que daba mis primeros pasos y años mas tarde entendia las alegrias que nos daban estos escarabajos
ResponderEliminarMuy bien...espero el próximo capítulo. Gracias!!!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSúper esos tiempos!!!
ResponderEliminarY me encantaban las transmisiones de radio
me dejo en suspenso esperando la proxima entrega
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