Dolor de cabeza de muchos técnicos y directores
del ciclismo, el rebelde sin causa, ciclista superdotado que se da el gusto de
llegar a concentraciones con hasta 20 kilos por encima de su peso habitual.
Se presentó
al Tour de San Luis en el 2014 como todo un tanque de guerra, pero no por su
musculatura, por su exagerado peso; la
camiseta le apretaba el brazo tanto que pareciera fuese a reventar, no tenía
marcada la famosa chocolatina, más bien una barriga típica de nuestros grandes
conductores guerreros del transporte en nuestra basta topografía colombiana.
Para la Ciclo-polémica.
Le bastaron solo dos meses y medio después de
esa cruda presentación en Argentina, para ganarse el título de la Paris-Niza,
carrera apetecida por cualquier ciclista profesional en el mundo, soñando con tener
este título en su palmares.
Entro en crisis,
psicológica, profesional y personal, dejando el AG2R, equipo importante del
pelotón mundial, su retiro era inminente, nadie confiaba en él por su comportamiento
y falta de profesionalismo.
Un Manager que tiene un gran ojo y confianza en
los corredores, Eusebio Unzue, le dio la oportunidad y lo sacó del abismo en
que se encontraba deportivamente, lo unió a sus filas y en la primera
concentración, que sorpresa para todo el grupo del staff, mecánicos,
auxiliares, médicos y compañeros de escuadra, Carlos Betancur llegó con 20 kilos de más, fue limando
el cuerpo poco a poco labor difícil pero no imposible.
Entrenando en altura
y haciendo una estricta dieta, ganó la confianza de compañeros y técnicos.
Con
el triunfo sobre Tom Dumoulin y las buenas actuaciones en carreras del viejo
continente, obtuvo el pasaporte para
disputar la carrera más importante de su vida el Tour de France 2017.
Para los aficionados
del ciclismo en el mundo y para los buenos entendedores de este gran grupo la
Ciclopolémica, lo acontecido en Düsseldorf con la pérdida del gregario
de oro de Nairo Quintana, el murciano Alejandro Valverde, fue una noticia casi
que insuperable.
Sin embargo aparece hoy
en el horizonte una luz de esperanza y tranquilidad gracias a la gran etapa que
se ha forjado este rebelde del camino, Carlos Betancur, que cuando esté en su
plena forma va a ser el bastión que necesitamos de apoyo en la gran montaña,
para poder destronar al casi insuperable Chris Froome.
Qué bello es este
deporte, nos quita nos da y nos deja soñar, con el ayer, el hoy y el mañana de
Carlos Betancur, que solo queremos verlo así:
Para la Ciclo-polémica.
Por Adrian Rueda
Que buena crónica Adrian, felicitaciones
ResponderEliminarEse es el gran Bananito.
ResponderEliminarBuena cronica ;que bueno enterarnos de tantas anecdotas. Felicitaciones Adrian sigue informandonos con tu pluma versatil sencilla y amena. Abrazos desde cucuta
ResponderEliminarBuen reportaje sr adrian...esperamos escribas mas seguido...y que nuestro bananito..haga un buen tour para que se gane la confianza de eusebio
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