f

domingo, 14 de abril de 2019

PARIS- ROUBAIX GILBERT QUEMA A SAGAN EN EL INFIERNO DEL NORTE


Se viene la carrera más esperada del año para los amantes de las clásicas de Primavera, la mítica Paris-Roubaix: “El Infierno del Norte”. Sagan a defender su título obtenido el año pasado en el Velódromo de Roubaix y en busca de impedirlo una larga lista de masoquistas de la bicicleta encabezados por: Van Avermaet, Van Aert, Stybar, Naesen, Vanmarcke, Lampaert, Gilbert, Benoot, Kristoff, Trentin y sigue la lista…

Varios intentos de fuga en la primera centena de kilómetros, pero a nadie se le permite tomar más de un minuto de ventaja. De los favoritos, uno de los primeros perjudicados por los pinchazos es Kristoff. Trouée (Bosque) d´Arenberg en el kilómetro 162,5, con una longitud de 2300 metros, es el primer tramo de cinco estrellas en la carrera; Van Avermaet en la punta del pelotón, Van Aert tiene dificultades y sale de los adoquines a más de treinta segundos de cola de pelotón; por otra parte, el ataque es de Vandenbergh, quien sale del adoquinado con unos 15 segundos a su favor. Van Aert logra llegar al lote tras la persecución, pero pincha y luego cae, como si en la mañana se hubiera bañado con la peor de las aguas; sin embargo, persigue en solitario por más de veinte kilómetros hasta lograr llegar nuevamente al grupo de favoritos.

En el tramo 15 de empedrados (Tilloy a Sars-et-Rosieres), Kreder toma una pequeña ventaja sobre el lote, pero antes de entrar a la siguiente zona adoquinada  tres corredores le llegan al puntero: Selig, Politt y Gilbert; éstos pasan de largo y alcanzan 25 segundos de ventaja sobre el paquete grande. El lote sufre un corte en el tramo 12 de cuatro estrellas (Auchy-lez-Orchies a Bersée), Sagan se pone al frente del primer grupo y unos cincuenta metros atrás Van Avermaet encabeza el siguiente.

Gilbert y Politt sueltan a Selig y al final del tramo el Deceunick intenta irse solo, sin lograrlo. Van Aert, Sagan, Vanmarcke y Lampaert decantan el lote persecutor y se tragan las piedras para llegar a los dos punteros y de esta manera, conformar un poderoso grupo de seis corredores que llevan el perfume que distingue a los clasicómanos de primavera.

A 48 km de meta, llega el sector 11, el segundo de cinco estrellas en el día (Mons-en-Pévéle) con exactamente 3000 metros de duro castigo para los corredores, la media docena de punteros salen del tramo con una ventaja de 34 segundos; atrás, Van Avermaet es el más interesado en la persecución, pero cada vez más la ventaja se acerca al minuto.

Se vienen cuatro duros pasos encadenados; a la salida del segundo de ellos en Borghelles a Wannehain de 1.100 metros, ataca Gilbert; sin embargo Sagan y Politt lo aguantan, mientras, Van Aert ya sin fuerzas después de un día de constante lucha, se queda desconectado como sexto en la competencia. A continuación se viene otro sector de cuatro estrellas: Camphin-en-Pévéle, en este punto ya el lote persecutor parece resignado y marcha a casi minuto y medio de los punteros. Lampaert y Vanmarcke vuelven a la punta, para conformar ahora un grupo de cinco corredores.

Los punteros saben que lo que se viene es el tramo que va a definir la carrera, el último empedrado de cinco estrellas en Carrefour de l´Arbre, a 16 km de meta y con 2.100 metros de extensión. Ataca Gilbert nuevamente y se va con Sagan a la espalda, Lampaert cede terreno pensando que ya hizo todo el trabajo para dejar a su compañero en busca del Adoquín que se entrega al triunfador de la competencia. Politt, el alemán de Katusha, alcanza y contraataca, pero Gilbert le responde, mientras el defensor del título Peto Sagan, siente cómo sus piernas se convierten en un par de extremidades hechas de pesados adoquines que ya no le responden a su inmensa voluntad; Vanmarcke entretanto, sufre problemas mecánicos; parece que ya las cartas están todas sobre la mesa, la carrera queda para el mano a mano entre el Deceuninck Gilbert máximo favorito y el Katusha Politt en el Velódromo de  Roubaix. 

Gilbert sonríe al entender que su estrategia de quemar a Sagan a la salida del Infierno del Norte ha dado resultado y que ya tiene agarrado el adoquín sagrado, pero Politt lleva una gran temporada corriendo sobre las piedras y no se resigna a pensar en un segundo puesto. El Velódromo está abierto de par en par, los dos corredores ingresan como héroes, la campana de bronce deja sonar su  tilín-tilin, el alemán intenta lo imposible; pero Gilbert deja el último esfuerzo en la recta y lanza un puñetazo al aire en muestra de fiera celebración. Este año quien ha salido triunfador del Infierno, como el legendario Fausto, es el belga Philippe Gilbert, para él toda la gloria como premio al sufrimiento. Para el tercer lugar arriba el compañero del ganador: Lampaert, cuarto Vanmarcke y quinto un exhausto Sagan.

Cae el telón de las clásicas de los empedrados europeos de primavera y se vendrán ahora las Ardennes, región no sólo conocida por la Historia Universal del siglo veinte, sino también por sus batallas ciclísticas. Y la Ciclopolémica seguirá informando.

 



Por
Carlos Lizcano “Pichuco”



1 comentario:

BANDADAS DE MARIPOSAS AMARILLAS VUELAN SOBRE LOS CAMPOS ELÍSEOS

¡Oh, gloria inmarcesible!…¡Oh, júbilo inmortal!... En esta crónica poco importan los kilómetros de la última etapa o su sitio de sa...