Se viene la tercera y más importante de las carreras
que forman el tríptico de las Ardennes; la Decana de todas las competencias de ciclismo
de un día: La Lieja- Bastoña- Lieja. Después que el domingo pasado Alaphilippe
y Fulgsang se quedaron mirándose el uno al otro para ver pasar de soslayo al
meteórico Van der Poel en la carrera cervecera de la Amstel Gold Race y que el
miércoles Alaphilippe se desquitara y venciera en la Fleche Wallonne, el Cuarto
Monumento cierra la temporada de las grandes clásicas primaverales del ciclismo
mundial.
Como es acostumbrado en los primeros kilómetros de
competencia, se presenta una fuga que en
esta ocasión es conformada por ocho corredores que no se encuentran en la lista
de grandes favoritos para alzarse con el título de ganador. El octeto alcanza
una ventaja cercana a los diez minutos antes de llegar a Bastoña e iniciar el
regreso hacia la quinta ciudad Belga, mientras el campeón del mundo, el Español
Valverde se baja de la bicicleta y desiste de buscar su quinto título en la
carrera. En el kilómetro 176, en el ascenso de más dura pendiente de la carrera
en Cote de Stockeu, Bernard, corredor del Trek, abandona a sus compañeros de
aventura y se larga en solitario con apenas minuto y medio de diferencia sobre
el lote principal.
En el siguiente ascenso de 3.600 metros con
inclinación promedio del 5,6% en Col du Rosier, el lote de favoritos sufre una
fractura ante el fuerte paso del Deceuninck y el Astana, quienes buscan llevar
de la mano a los dos principales favoritos Fuglsang y Alaphilippe; el alto
promedio de velocidad acaba con el sueño del fugitivo Bernard a 70 km de meta.
Posteriormente, en Col du
Rosier atacan Kangert y Fraile, quienes son alcanzados después de coronar el
ascenso por otros ocho ciclistas, entre quienes se destaca Lambrecht como
integrante de la baraja de favoritos.
A 40 km de meta
se inicia la parte crucial de la carrera con el ascenso a la Redoute, 1.300
metros con una inclinación del 9%; es allí en dónde ataca el estonio Tanel
Kangert del Education First, aguanta 15 km en solitario hasta que es alcanzado
en el Cote des Forges por Konrad (Bora), atrás se mueven Wellens (Lotto) e
Impey (Mitchelton), quienes enganchan a los punteros para conformar un cuarteto
en busca de la victoria.
Se viene el
último y definitivo ascenso a 16 km de meta en Cote de la Roche-Aux-Faucons,
con 1.300 metros y un 11% de inclinación promedio. Al inicio de la rampa ataca
Wellens, mientras el lote es arrastrado por los Astana quienes finalmente
logran conjurar la fuga y servir el vino y las viandas para su carta estelar,
el Danes Jakob Fuglsang, quien en un principio siente a su lado las respiraciones
agitadas de Woods (Education First) y Formolo (Bora); atrás Alaphilippe siente
los músculos resentidos después de su gloriosa temporada de este principio de
año y cede terreno.
A trece kilómetros
de meta, Fuglsang lanza un nuevo estartazo con el que deja tirado en el camino
primero a Woods y luego a Formolo; después un lote de siete corredores que no
quieren saber de resignaciones, pero en dónde la falta de fuerzas no puede
evitar el final de la historia. Historia que termina una vez más, como tantas
en este año, con la celeste del Astana triunfadora y con el justo premio para
Jakob Fuglsang quien se juega en los últimos diez kilómetros, hasta el punto de
lograr esquivar una caída en un recodo de la ruta. Esta vez es un Danés quien
gana en el suelo de la mítica Batalla de las Ardennes; Formolo (Bora) logra
aguantar para llegar en solitario para el segundo lugar y luego el pequeño
grupo en donde Schachmann, también del Bora, gana el embalaje para llevarse el
tercer puesto, luego Yates, el infatigable Woods, Gaudu, Landa y Nibali.
Se cierra la
temporada de Primavera de grandes Clásicas y se vendrá la primera de las Tres
Grandes por etapas: el Giro. El ciclismo sigue rodando.
Especial para la Ciclopolemica por:
Carlos "Pichuco" Lizcano
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