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jueves, 21 de marzo de 2019

MILANO – SAN REMO 291 km TODOS CONTRA ALAPHILIPPE




Con la primavera europea llega el primer Monumento ciclístico del año, la clásica que desde hace ya 105 años une a Milán con San Remo sobre un larguísimo y para muchos, aburrido recorrido de 291 kilómetros, en donde en la mayoría de los casos, son los últimos diez en los que los corredores de mayor resistencia logran poner la emoción para la definición final.

El recorrido se caracteriza por ser casi que completamente plano, con un descenso desde el Passo del Turchino en la mitad del recorrido; luego faltando 27 km para el final se asciende a Cipressa con una longitud de 5,6 km y un desnivel promedio del 4,1%. La subida al Poggio di Sanremo comienza 9 km antes de la línea de meta, son tan sólo 3,7 km a un promedio del 4% y una máxima rampa del 8%; este ascenso que en otro caso parecería ser un premio de tercera categoría, acá se constituye en la máxima exigencia dado el desgaste acumulado en las piernas de todos los favoritos durante los más de 280 km ya recorridos a esta altura. El descenso es estrecho, con curvas y horquillas que desembocan en Sanremo a una recta de más de 700 metros para reclamar el trofeo.

Es el Monumento hecho para los embaladores como fue el caso de Kristoff, Degenkolb y Démare ganadores en los años 14, 15 y 16; aunque en las dos últimas ediciones ésta máxima ha sido derrotada por dos corredores como Kwiatkowski y Nibali. En el presente año el lema de la carrera parece ser “Todos contra Alaphilippe”, que de hecho también es nuestro favorito en La Ciclopolemica y que debido a su esplendoroso estado de forma, atacará en la subida al Poggio y descenderá sin mirar más que adelante hasta lograr cruzar la raya. Sin embargo, el grupo de embaladores encabezados por Sagan, Viviani, Démare, Ewan, Kristoff y Gaviria trataran de evitarlo. Veremos qué sucede: Alaphilippe o uno cualquiera de los otros.

Por 
Carlos "Pichuco" Lizcano



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