Viernes, 5 de enero de
1951; un total de 35 ciclistas de diferentes regiones del país se han reunido
en la Carrera Séptima de Bogotá, pagando $50 de inscripción, con el objetivo de
iniciar la primera de diez etapas, de lo que se ha dado a llamar la Vuelta a
Colombia en bicicleta, una paráfrasis a competencias que se realizan desde
principio de siglo en países de alto desarrollo deportivo, como Francia, Italia
y España.
Donald Raskin es el
nombre del joven inglés, secretario de la Federación Colombiana de Ciclismo,
quien desde hace tres meses se ha dado a la tarea de preparar esta magna
competencia por las carreteras nacionales, con una inversión propia de
aproximadamente unos $2.500, del total de casi $7.500 presupuestado para el
desarrollo de la competencia.
Desde las primeras tres
etapas con llegadas en Honda, Fresno y Manizales sobresale un “routier
fenómeno”, de nombre Efraín y apellido Forero, nacido en el municipio
cundinamarqués de Zipaquirá. “El Zipa” Forero, como de acá en adelante se le
llamará, ha ganado las tres primeras fracciones de la competencia de forma
categórica, afianzándose en el liderato con más de media hora de diferencia
sobre el segundo competidor, el antioqueño Pedro Nel Gil.
La cuarta etapa, una
corta fracción entre Manizales y Cartago representa el primer revés para el
Zipa, quien cae en medio del lodazal y permite que Roberto Cano Ramírez, llegue
primero a la “La Villa de Robledo”, con una ventaja de más de tres minutos
sobre el líder de la prueba. Al día siguiente, el arribo se lleva a cabo a las
dos de la tarde, bajo un sol radiante en la capital del Valle del Cauca. Oscar
Oyola y Carlos Orejuela son los dos primeros en cruzar la meta y en cuarto
lugar llega el Zipa Forero a dos minutos y cinco segundos.
Día de descanso en
Cali, para salir el viernes 12 de enero hacia Sevilla a cubrir un recorrido de
169 km. La fiesta continúa, comandada por la caravana de los carros de los
comisarios y los “transmóviles” de la
cadena radial RCN, que lleva las emociones a todo el país en las voces de sus
dos mejores narradores: Carlos Arturo Rueda y Gabriel Muñoz López. Y es
precisamente al primero de ellos a quien el apodo de “El Zipa” le parece
insuficiente y ahora lo extiende a “El Indomable Zipa”, al ver como Efraín
Forero avasalla a sus competidores, volviendo a probar las mieles de la
victoria; mientras el vallecaucano José Medina es el único que le soporta el
paso demoledor, en tanto que los demás llegan a más de cinco minutos de
diferencia.
En la séptima etapa, la
Vuelta llega a Armenia, en dónde El Zipa dice: “¡No hay quinto malo!” y gana
nuevamente. Pero si a alguien le queda duda, en la octava fracción entre
Armenia e Ibagué, “El Indomable Zipa” atraviesa el Páramo de La Línea en primer
lugar, tiene tiempo de abrazar las nubes y descender hasta llegar a la meta con
una ventaja absurda de diez minutos sobre Oscar Oyola, mientras tan sólo cinco
corredores más logran llegar a menos de media hora de diferencia; así que las
familias y seguidores de los demás competidores quedaran en la incertidumbre,
porque la transmisión radial no puede esperar todo el día para relatar su
llegada a meta.
En la novena etapa
entre Ibagué y Girardot, al Zipa demuestra que además de ser un monstruo del
ciclismo, también es un caballero del deporte y decide sacrificar una victoria
más, para auxiliar y acompañar hasta la meta a Rafael Hernandez, hijo de la
ciudad de Girardot. De esta manera Oscar Oyola alcanza su segundo triunfo en la
competencia, lo cual, no se puede considerar como un logro menor; mientras “El
Zipa” llega tercero a dos minutos, en medio de las ovaciones y al lado de su
compañero Girardoteño.
Miércoles, 19 de enero
de 1951. Es la última etapa de la Vuelta a Colombia, a lo largo de 143 km a de recorrerse
entre Girardot y Bogotá; la misma ciudad que vio salir hace dos semanas a estos
treinta corredores que han ido convirtiéndose día tras día en verdaderos héroes
nacionales. Las casas comerciales e industriales de la capital han querido
unirse a la fiesta, donando numerosos tipos de premios para todos los
participantes. Más de 200.000 personas han invadido las calles de la capital
para ver la entrada a la ciudad del gran campeón, “El Indomable Zipa”. Forero
no es capaz de decepcionar a todos sus seguidores y entre un reguero de flores,
confeti y serpentinas, gana nuevamente la etapa con una ventaja de ocho minutos
sobre “El Sastre de Envigado”, Roberto Cano.
Efraín Forero pasará a
la historia como el primer ganador de una Vuelta a Colombia; ha logrado
recorrer 1154 km divididos en diez etapas, superando al segundo en la
clasificación general, el antioqueño Roberto Cano por dos horas y veinte
minutos y al tercero, Pedro Nel Gil, por dos horas y 37 minutos. La historia
recordará por siempre al “Indomable Zipa” como el gran héroe que fue capaz de
darle la Vuelta a Colombia montado sobre una bicicleta y superando carreteras
polvorientas, montañas, ríos, barro y caídas, a través de un país que gracias a
estos héroes, olvidó por dos semanas la más terrible violencia política de
estos días.
Por:
Carlos “Pichuco”
Lizcano
Súper ....
ResponderEliminarLos recuerdos de la vuelta a Colombia