Foto ciclismo internacional
Tercer Monumento del
año 2018 sobre 257 km entre Paris y Roubaix, con 29 sectores de pavé que
totalizan 54,5 km, convirtiéndola en la más sufrida carrera de un día del
ciclismo mundial.
En las primeras de
cambio, se conforma un lote de fugitivos, integrado por Wallays, Soler,
Bystrom, Duquennoy, Robeet, Dillier, Smukulis, Thomson y Soupe, quienes
alcanzan a lograr una diferencia superior a los ocho minutos.
En el paso por
Haveluy-Wallers (cuatro estrellas) a 103,5 km de meta, el lote se ve cortado en
dos partes debido a una caída, en la que el principal damnificado es Matteo
Trentin. Al paso por el tramo de cinco
estrellas en Trouee D´Arenberg (a 95 km de meta), ataca uno de los grandes
favoritos: Phillipe Gilbert y se va en compañía de Teunissen y Pollit, pero es
neutralizado por el lote principal.
Wallays, Bystrom,
Robeet y Dillier son los cuatro sobrevivientes de la fuga antes de entrar por
dos pasos claves de la carrera: Auchy-Bersee y Mons en Pevele con 2.700 y 3.000
metros de empedrado respectivamente, ubicado en el intervalo comprendido entre
los 54 y los 45 km de distancia a la meta.
En este tramo se presenta el ataque contundente
del gran favorito del Bora Hansgrohe: Peter
Sagan, quien conecta con los punteros antes de salir de Auchy-Bersee, sacando
una ventaja de 35 segundos sobre el lote de favoritos; ya en Mons en Pavele los
únicos que acompañan al campeón del mundo son: Dillier y Wallays; persiguen
Stuyven y Van Aert a 35 segundos y el lote encabezado por Gilbert a 45 segundos
El campeón del mundo,
Peter Sagan se siente ganador al entrar al Carrefour de LÁrbre con Silvan
Dillier, que trata de seguirle el paso, con más de minuto veinte segundos sobre
el cuarteto integrado por Terpstra, Vanmarcke, Stuyven y Van Avermaet.
Los
últimos dos tramos de pavé sirven para la demostración maestra del portador de
la camiseta arco iris, quien ratifica una vez más su grandeza aguantando los
embates de los cuatro persecutores y con un compañero de fuga, Dillier que
colabora al máximo en los tramos de pavimento.
El velódromo de Roubaix
es un teatro al aire libre que observa la entrada de este Ulises de la
modernidad, llamado Peter Sagan que ha logrado superar la gran Odisea del Norte
de Francia y derrota al embalaje a un Silvan Dillier, también vestido de héroe
tras una fuga de más de 150 km. Atrás, a casi un minuto, entra el ganador de
Flandes de la semana anterior, Niki Terpstra, seguido de una tripleta integrada
por Van Avermaet, Stuyven y Vanmarcke, a más de minuto y medio del ganador.
Una victoria más del
dueño del arco iris del ciclismo, que completa la segunda victoria sobre
adoquines en esta temporada, después de haber triunfado hace dos semanas en la
Gent Wevelgem; cerrando de esta manera la corta temporada de competencias que
va de febrero a abril sobre esta tortuosa superficie, sólo posible de superar
por estos verdaderos héroes míticos modernos.
Por:
Carlos
“Pichuco” Lizcano
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